Antonio López y el paso del tiempo
Una de las cosas que más le interesaba a Antonio López
era el paso del tiempo, y lo exponía constantemente en sus obras. Conceptos
atados al tiempo, como la vejez y la muerte le fascinaban. Aunque sus obras más
reconocidas son las que reproducen espacios, la relación que tenía López con el
tiempo estaba mayormente representaba por cuerpos humanos; seres vivos que
nacen, se reproducen y mueren.
Antonio López es un referente del hiperrealismo a nivel
internacional, que es más conocido por su pintura, aunque también es escultor. Él
dice que hay que confiar en la realidad, pero que también hay que aliñarla, hay
que añadirle, hay que animarla con otra sustancia, porque la realidad, aunque
se haga muy bien, no es suficiente. (López, 2007, p. 35)
Antonio López. Mari y Antonio. 1961. Colección del artista
Este estilo de obras forma parte del realismo mágico, por
el cual López se hizo más reconocido. Obras como Mari y Antonio, muestran esa habilidad que tenía el artista para
colmar de emoción y significado algo que pretende copiar la realidad. Este cuadro
consiste en un autorretrato junto a su esposa María Moreno, a quien describe
como su luz y guía. Es quizá por eso que se representa a si mismo de manera
diferente a ella, que se encuentra definida, sobria y serena, mientras que él pareciera
que se encontrara con la cabeza perdida, en un torbellino de oleo.
Probablemente represente cómo su esposa siempre lo ayudó a mantener los pies en
la tierra.
“Un buen pintor ha de dar el paso de copiar las cosas a tratar de entenderlas. ¡Qué diferencia tan grande existe entre copiar lo más fielmente y entender qué es lo que es aquello!” Antonio López
Bibliografía
López, A. (2007). En
torno a mi trabajo como pintor. Valladolid: Fundación Jorge Guillén.
Michelle Y.
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