El horizonte de Chillida
El Peine del
Viento es el
nombre con el que bautizó Eduardo Chillida a una de sus obras más
representativas.
Eduardo Chillida. El Peine del Viento. 1977. Bahía de la Concha, San Sebastián
Una idea que surgió por primera vez en el año 1952 pero
que fue ejecutada 25 años más tarde en 1977. Chillida tendía a estudiar mucho
las obras y las ideas le rondaban por mucho tiempo en la cabeza. Después de
alrededor de 23 esculturas y unas obras en papel, da con el modelo final de lo
que es ahora el trio emblemático de la bahía de la Concha en San Sebastián. Es
por eso que la primera idea de El Peine
del Viento es totalmente diferente a la última.
Así como con El
Peine del Viento, Chillida también llevó a cabo una larga investigación y
prototipado para realizar El Elogio del
Horizonte.
Eduardo Chillida. Elogio del Horizonte. 1990. Gijón, Asturias
Una ubicada en su hogar, San Sebastián, y la otra en
Gijón, Asturias; pero ambas de frente al mar y al horizonte. Está claro que
Eduardo Chillida tiene una conexión especial con el mar, quizá por haber vivido
los inicios de su vida junto a él en San Sebastián, o porque es un sitio que
ofrece paz y tranquilidad. Lo que es seguro es que su amor por el mar lo llevó
a desarrollar su afinidad por el horizonte.
Pareciera casi como si ambas obras sirvieran de
intermediario entre nosotros, los espectadores, y la inmensidad del mar y el
horizonte. Chillida creía que el horizonte, desde su punto de vista, podría ser
la patria de todos los hombres. (Chillida, 2003)
Chillida decía que sus esculturas eran objetos inmóviles
en sí, pero se volvían móviles si había espectadores moviéndose a su
alrededor. Y algo parecido pensaba del horizonte; según él, el horizonte se
mueve con nosotros, es decir, mientras más nos acerquemos a él, más se alejará
de nosotros. Y mientras más te adentras en el horizonte, entras en el horizonte
de alguien más. En El Elogio del
Horizonte y en El Peine del Viento, el
espacio de Chillida es el espacio del arte; un lugar que organiza dos
superficies opuestas, el cielo y el mar, que se juntan en el horizonte. (VV.AA,
1992, p. 39)
Bibliografía
Chillida, S. (2003). Elogio
del horizonte. Conversaciones con Chillida. Barcelona: Ediciones Destino.
VV.AA. (1992). Chillida.
Caracas: Centro Cultural Consolidado.
Michelle Y.
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